El zapato loafer, un clásico atemporal del calzado, tiene una historia rica e intrigante. El diseño de loafer, que se originó en la década de 1930, se inspiró en los mocasines que llevaban los indios americanos. Sin embargo, no fue hasta la década de 1950 cuando loafer ganó popularidad y se convirtió en un básico de la moda.
El primer estilo conocido de loafer fue el "Weejun", introducido por la marca estadounidense G.H. Bass & Co. El nombre "Weejun" deriva de "Norwegian" (noruego) por su parecido con los zapatos tradicionales de los pescadores noruegos. Las características distintivas de los Weejun eran la suela plana, el tacón bajo y una correa en la pala, conocida como correa de silla de montar o correa penny.
En los años 50, los estudiantes universitarios empezaron a introducir monedas de un céntimo en la correa, lo que dio origen al término "penny loafer". El penny servía tanto de elemento decorativo como de medida práctica para las llamadas telefónicas de emergencia. Esta tendencia se puso de moda, y el penny loafer se convirtió rápidamente en un símbolo de estilo preppy y sofisticación.
Durante las décadas de 1960 y 1970, la popularidad de loafer se disparó, gracias a su adopción por celebridades como Michael Jackson y Elvis Presley. Los zapatos se convirtieron en sinónimo de un look informal pero refinado, lo que los convirtió en favoritos tanto de hombres como de mujeres.
En la década de 1980, las casas de moda de alta gama empezaron a incorporar loafers a sus colecciones, elevándolas a símbolo de estatus de lujo. Gucci, en particular, revolucionó loafer al introducir el estilo "Gucci Horsebit". Este diseño icónico presentaba un detalle metálico en forma de bocado en la pala, que añadía un toque de elegancia y distinción al zapato.
Hoy en día, loafer sigue siendo una opción de calzado versátil y duradera. Las versiones modernas se presentan en diversos materiales, como piel, ante e incluso tejidos. La correa clásica penny y los adornos de bocado siguen siendo populares, mientras que los diseños contemporáneos ofrecen giros actualizados, como suelas de plataforma o estampados atrevidos.
Tanto si se lleva con un atuendo formal como si es una prenda informal, el encanto atemporal de loafer persiste. Su viaje desde el mocasín de los nativos americanos hasta convertirse en un icono cultural demuestra su atractivo perdurable y consolida su lugar en la historia de la moda.